Estaba saliendo a la calle con treinta agujas clavadas en su brazo derecho No es que hubiera querido drogarse sino que se castigaba Yo la paré y le dije "no te vayas, compré unas cervezas y ya llegan las empanadas" más como prefiere no hacerme caso partió, se esfumó, voló corrió desnuda se hizo el amor entre otros brazos Mi pecho se refugió en la rutina caminar sólo sin ser mandado encontrar una buena chica a la vuelta de la esquina tratar de tapar la pena con otros dientes y ansiar y construir mi futuro sobre la improbabilidad de que un día vuelva y me diga "David, me he equivocado".