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Cuatro

Pensé que sin bolsillos podía tener un poco de su amor;
que mis ideas reemplazarían el hambre de viajes;
y que un hueco en el estómago, un día, era un hermoso gesto azul.

Pero me equivoqué juzgando su carácter;
mis ideas no se mastican,
y tengo un agujero del que mana sangre.

Ahora le doy distintas oportunidades,
moviéndome como su sombra,
habitación tras habitación;
pero ella va a negarse,
prefiere el olvido antes que matarme.

Comentarios

  1. nose si reirme o llorar. Prefiero reir. jajajaja. Lo siento si no debe ser así. Me gusto el poema.

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  2. ¡Patético llorón!
    Me gusto tu poema. Los hombres pensamos contigo pan y cebolla: luego tenemos niños y nos queremos cortar los bolas.
    Agregame en tu FB!!!

    ResponderEliminar

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Dicen los que saben...

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