Ir al contenido principal

¿Qué propiedad tendrá la lluvia?

¿Qué propiedad tendrá la lluvia
que me provoca estas ganas de extrañarte
de renunciar al trabajo
morir de hambre
solo para hacer cuchara
tomar la sopa
secarme con vos?
¿Qué propiedad tendrá la lluvia?
Treinta kilómetros
y si al volver
hay sol radiante...

Comentarios

  1. Ja ja!
    Me suena a que le querés echar la culpa a la lluvia de tus pocas ganas de laburar.
    jaja
    Che, está bueno. ¿Qué propiedad tendrá la lluvia que nos da tantas ganas de escribir?

    ResponderEliminar
  2. ¿Que propiedad tendrá la lluvia...? Que bonito.

    ResponderEliminar
  3. Tiene ese no sé qué ¿no? Eso... como lo que tiene este blog que lo hace a uno volver.

    :)

    Beso celeste.

    ResponderEliminar
  4. Es re dulce!!

    Me encantó, me pareció salido del alma :)

    Salutes!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Dicen los que saben...

Entradas populares de este blog

El nuevo ralentizador

Cada noche me robo horas de sueño y experimento. Durante el día tengo que trabajar en el laboratorio en estupideces como cultivar hongos para ver si la empresa encuentra la cura para el hipo o bañar cerdos para ver como reaccionan a los nuevos jabones. Aunque tampoco la paso tan mal. Hay veces en las que me toca llevar algún papel al cuarto piso. Allí funciona el departamento de farmacología, lleno de mujeres hermosas. Incluso hay una que me gusta y me parece que últimamente me mira mucho e insinúa cosas con sus ojos, creo. Pero de noche es distinto. Si bien no hay chicas hermosas con olor a remedio, puedo experimentar en mi casa, por mi cuenta, y sin las ataduras que impone la relación de dependencia con IR&P y que provoca que todos me traten como si fuera el che pibe. La noche de mi historia, llevaba ya dos horas de pruebas con el preparado que más se acercaba a los números que había esbozado en mi cuaderno. Para calmar mis nervios me preparé un tesito y luego reflexioné  l

Talita musitada

  Ahora estoy en el bar de Carlos y hay un cartel grande, con la foto de un gatito pegada, que dice "Si fuma me mata, no me mate"; así que apago el cigarrillo que acabo de encender y pido dos cafés. Tamara fue al baño y yo te sigo esperando. Ya son más de las dos de la mañana, miro al frente, al edificio; todas las luces apagadas. La gente duerme y los únicos desvelados en el barrio, son los pocos borrachos habituales que se juntan acá y yo, que te sigo esperando.   Tamara se acerca a mi mesa; su vestido tiene tan poco ruedo que todos se dan vuelta para mirarle las piernas; yo disimulo. - ¿Cómo estoy? - Estás hermosa. - ¿No se ven mis ojeras? - Para nada. Bueno, un poquito. ¿No estás muy desabrigada?   El escote de Tamara es amplio y sus tetas son tan grandes que no caben en él, y el saquito blanco y el pañuelo que lleva al cuello tapan tan poco como abrigan. - ¿Me estás mirando las tetas? -Se ríe. Luego me explica que perdió el abrigo antes de estar conmigo.