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Una caja llena de sorpresas

Noche de paz, aprovechá para leer un poco, cuando los invitados se fueron y tenés que bajar todas esas sidras. Aquí te dejamos estos regalos:

2:43 Navidad en Cruzavia - El escritor Limbo-Siamaj Verkistoj nos cuenta anécdotas de su país mientras le pide perdón una vez más al amor de su vida.

Dos Betos y un destino - Cuento de María Ward y David Rojas en el que las guardias de los hospitales se convierten en un lugar de encuentro.

Pagano - Otro cuento de Ward y Rojas en que nos revelan el secreto más aterrador que esconden las fiestas.

Navidad de 1987 - Este cuento es uno de los hijos de los que estoy más orgulloso, se los recomiendo con cariño. 

El narrador - Con un montón de homenajes, un cuento sobre sobremesas familiares y la importancia de los otros en la formación de los niños (?)


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Disforia

Rodriguez llegó a la oficina cinco minutos antes para nada: en cuanto abrió la puerta recordó que era Jueves Santo y que él era el único boludo que había aceptado trabajar ese día. "Hoy podría haberme quedado durmiendo un rato más, podría haber desayunado en casa, incluso ver el noticiero, pero soy un pelotudo  y llegué puntual al trabajo". Encendió las máquinas, encendió el aire acondicionado, abrió las persianas, corrió las cortinas. Luego fue a la cocina a prepararse algo caliente para tomar. Abrió la canilla, sintió el fuerte olor a cloro del agua y llenó la pava; encendió una hornalla, prendió un cigarrillo con la llama, y se apoyó contra la mesada a esperar que hirviera el agua para el té. Acostumbrado a desayunar todos los días, sentía un agujero en el estómago. "Además, sino desayuno, me da acidez... ¡Y anoche no cené, ahora que recuerdo! Cierto que me quede dormido mirando los 13 minutos que le faltaban completar a River del partido suspendido"... La ...

Única canción de amor, de Nicolás Olivari

I ¿Ves? Estoy obligado a llorar en verso la pena de tu amor perdido para siempre en la nada. ¡He pedido tan poco!, ¡con tan poco edifiqué mi ensueño! La cocina humosa, la familiar tertulia del Domingo, el grave silencio de tu barrio pobre, el arco iris de mi conducta hacia tus senos, la dulzura de vivir bajo tus años acurrucado como un perro trémulo bajo la suave amenaza de tu mano... Sensaciones fugitivas, románticas y zonsas, desaliño ideal y trunco, dejar en la puerta de tu casa chica la complicación de mi superioridad, y sentirme a la altura del agua barboteante de tus lustrosas canillas sin personalidad y de las tiras de cortezas secas, -¡ilusión de campo!- largas tiras de corteza de naranja que se espiralizaban en los estantes... La juventud mía es un asfalto sereno y vulgar de puro oscuro y tú eras la luna abrillantando su opaca tristeza clavada en mi desesperanza... Mas todo es vulgar en la vida, y tú misma bella y todo, fría y ausente, vulgar pe...