Ir al contenido principal

Con vos

Rimas para una tarde de lluvia en el campo

Si este amor te da tristeza,
si este amor no es mano a mano;
entonces pego la vuelta
y no se lo doy a quien amo.

Si este amor te da jaqueca,
si este amor no es como verano;
entonces dame navaja
y me lo llevo a otro lado.


Este es uno de los poemas que escribi en mi viaje de instrospección a lo largo de las rutas argentinas -concretamente, recorrí todo lo largo de la Ruta 200 en el trayecto Merlo-Marcos Paz a bordo de un 136 verde horrible.

Rima para una tarde en el campo, luego de la lluvia

Con vos estoy bailándo:
bajo la tierra un sol;
sobre la luna mi estrella;
en medio del campo me espera tu flor.


Volví. Pero no los voy a llamar porque mi agenda se convirtió en girones de papel con las pasadas inundaciones.

Comentarios

  1. Dijiste la palabra que enamora
    a mis oídos. Ya olvidaste. Bueno.
    Duerme tranquilo. Debe estar sereno
    y hermoso el rostro tuyo a toda hora.

    Cuando encanta la boca seductora
    debe ser fresca, su decir ameno;
    Para tu oficio de amador no es bueno
    el rostro ardido del que mucho llora.

    Te reclaman destinos más gloriosos
    que el de llevar, entre los negros pozos
    de las ojeras, la mirada en duelo.

    ¡Cubre de bellas víctimas el suelo!
    Más daño al mundo hizo la espada fatua
    de algún bárbaro rey. Y tiene estatua.

    Con a.e., bello cerdo: tu enamorada triste.

    ResponderEliminar
  2. Una dulzura la verdad, espero que encuentres a alguien a quien no tengas que dejar el amor de lado.

    Saludetes!

    ResponderEliminar
  3. David: es hermoso y muy tierno! Te mando un abrazo, gracias por todo.

    pd. Si algún día querés, dame bola, aunque sea por unas horas.

    ResponderEliminar
  4. Poesía hermosa para los días de lluvia que tenemos aquí. Un beso desde La Felíz.

    ResponderEliminar
  5. Master, gracias por firmar. Soy nuevo en eto de los blogs. Epero seguite

    ResponderEliminar
  6. Prefiero la playa, con su arena mojada; sus olas respaldadas por el viento. Y la llovizna que tiene gusto a aventura. Aún así, interesante poema. Abrazo :L

    ResponderEliminar
  7. Me gustó!!!!!!!!!!!!!!! Ileana.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Dicen los que saben...

Entradas populares de este blog

Disforia

Rodriguez llegó a la oficina cinco minutos antes para nada: en cuanto abrió la puerta recordó que era Jueves Santo y que él era el único boludo que había aceptado trabajar ese día. "Hoy podría haberme quedado durmiendo un rato más, podría haber desayunado en casa, incluso ver el noticiero, pero soy un pelotudo  y llegué puntual al trabajo". Encendió las máquinas, encendió el aire acondicionado, abrió las persianas, corrió las cortinas. Luego fue a la cocina a prepararse algo caliente para tomar. Abrió la canilla, sintió el fuerte olor a cloro del agua y llenó la pava; encendió una hornalla, prendió un cigarrillo con la llama, y se apoyó contra la mesada a esperar que hirviera el agua para el té. Acostumbrado a desayunar todos los días, sentía un agujero en el estómago. "Además, sino desayuno, me da acidez... ¡Y anoche no cené, ahora que recuerdo! Cierto que me quede dormido mirando los 13 minutos que le faltaban completar a River del partido suspendido"... La ...

Cómo definirías a una ex novia...

Cómo definirías a una ex novia que diez años después te vuelve a rechazar si sólo volvés por el sexo. Yo ya comí la planta entera no por nada mis labios lucen esas moscas posadas sobre ellos. Y ahora harto, aburrido, harto aburrido, tomo una pinza para arrancarte las uñas de los pies. Porque no soporto abrir cajones y ver fotos tuyas, porque no soporto salir al balcón y no tener nada contundente que arrojar.

Una caja llena de sorpresas

Noche de paz, aprovechá para leer un poco, cuando los invitados se fueron y tenés que bajar todas esas sidras. Aquí te dejamos estos regalos: 2:43 Navidad en Cruzavia - El escritor Limbo-Siamaj Verkistoj nos cuenta anécdotas de su país mientras le pide perdón una vez más al amor de su vida. Dos Betos y un destino - Cuento de María Ward y David Rojas en el que las guardias de los hospitales se convierten en un lugar de encuentro. Pagano - Otro cuento de Ward y Rojas en que nos revelan el secreto más aterrador que esconden las fiestas. Navidad de 1987 - Este cuento es uno de los hijos de los que estoy más orgulloso, se los recomiendo con cariño.  El narrador - Con un montón de homenajes, un cuento sobre sobremesas familiares y la importancia de los otros en la formación de los niños (?)