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Cuentos cuentas

Para SR, con el cariño de los círculos que nunca se cierran.

Ustedes dos, mis amadas, ya apagaron la luz. Una para imaginar, la otra para dormir. Y yo, a un costado, acostado, les hablo. No puedo dormir, así que las unifico y les hablo.
Antes me alegraba y era capaz de escribir mil cosas bonitas, divertidas, invenciosas; me encantaban los tríos.
Antes, cuando estaba mal con ustedes, me estristecía y era capaz de escribir mil cosas feas, tediosas, invenciosas; pero igual me seguían gustándo los tríos.
Desde que quiero imitarlas, ser como ustedes para que no dejen de amarme, me he vuelto repugnante.
Ustedes dos, mis amadas, ya se durmieron. Una sueña, la otra se masturba. Y yo, a un costado, acostado, turbo mi estado de ánimos con las elucubraciones propias de una mente cochina que prefiere los tríos a las relaciones monogámicas.
No soporto hablarle al aire y pienso.
Después de todo, el pensamiento y las voces son análogos. Las palabras son arrastradas de vereda en vereda, hasta que se pierden y nos reconfortan con sus crujidos de otoño.
Los pensamientos son soplados al fondo, donde se rompen y con sus fragmentos nos lástiman.

Comentarios

  1. Gracias, mi cerdo!!!!!
    Nuestros caminos se cruzan en momentos inoportunos, y seguimos sin cerrar este circulo que ya lleva tantos años, quizás algún día el destino nos permita hacer una circunferencia perfecta. y podamos seguir adelante.
    Usted sabe cuanto lo quiero mi cerdo, besos.

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  2. Bueno, supongo que perdió un poco de validez pero no perdió su importancia; o sea, y vas a coincidir conmigo en ésto: si no hubiera sido por éstas mediaciones poéticas, ¿hubieran podido el Cerdo y su amiga empezar a cerrar círculos, puertas, historias?

    En fin... Ahora estamos en un círculo hermenéutico, ya está cerrado, pero hay que recorrerlo.

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  3. Dice Wilde que siempre hay 6 personas acostadas en la cama cuando van 2 a fukear un rato: él, ella y los padres de ambos.

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  4. Claro, además están las marcas de las personas que pasaron por esa cama.

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  5. El sexo es un vicio, pero no si se lo toma con amor y responsabilidad.

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Dicen los que saben...

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