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El cerdo y la luna

No es que el chancho esté enamorado de la luna;
pasa que se ve muy gordo,
lo suficiente para que mañana,
cuando se abra la puerta a la una,
entren a su corral a buscarlo
para colgarlo del gancho
y sobre su garganta dibujar un tajo.
Por eso esta noche mira las estrellas
e imagina a la luna como una gran cerda;
le recuerda a su madre,
aquella que vio por última vez
cuando ese destino de él le tocó a ella.

El granjero entró
y no lo pudo hallar;
batió todo el campo
y preguntó en la ciudad.
Por más que lo buscó
no lo pudo encontrar,
"mejor no criar más cerdos,
chanchos nunca más;
porque un día sacan alas
y se van a volar".

Comentarios

  1. David; lindo, lindo lo que escribiste. Me recuerda algo que leí sobre Sto. Tomás de Aquino, a quien le apodaban "cerdo" o "chancho" por su pesada figura. Además, tenía fama de ingenuo, así que, en una oportunidad, el resto de los dominicos le quiso jugar una broma y empezaron a gritar: "salgan, salgan a ver!! ... un chancho que vuela!!" , Tomás de Aquino, como era de esperar salió a ver el fenómeno que se anunciaba, y al darse cuenta que todo era una burla dijo algo así como: pensé econtrarme con el chanco volando, pues eso me resultaría más creíble y no que un dominico mienta.
    ¿el chancho no miente? ... debe ser que no ... amo la sinceridad del chancho y sus ganas de volar.
    Saludos
    Wallis

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  2. David/Cerdo:
    ".... de las aves que vuelan me gusta el chancho, me gusta el chancho......"

    besos mi cerdito

    ResponderEliminar
  3. Y los chanchos se fueron a volar...
    Increíble!

    ResponderEliminar
  4. Es sumamente tierno y de muy buen gusto. Gracias por tu poesía niñatica.

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Dicen los que saben...

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