Rodriguez llegó a la oficina cinco minutos antes para nada: en cuanto abrió la puerta recordó que era Jueves Santo y que él era el único boludo que había aceptado trabajar ese día. "Hoy podría haberme quedado durmiendo un rato más, podría haber desayunado en casa, incluso ver el noticiero, pero soy un pelotudo y llegué puntual al trabajo". Encendió las máquinas, encendió el aire acondicionado, abrió las persianas, corrió las cortinas. Luego fue a la cocina a prepararse algo caliente para tomar. Abrió la canilla, sintió el fuerte olor a cloro del agua y llenó la pava; encendió una hornalla, prendió un cigarrillo con la llama, y se apoyó contra la mesada a esperar que hirviera el agua para el té. Acostumbrado a desayunar todos los días, sentía un agujero en el estómago. "Además, sino desayuno, me da acidez... ¡Y anoche no cené, ahora que recuerdo! Cierto que me quede dormido mirando los 13 minutos que le faltaban completar a River del partido suspendido"... La ...
Censura en Dame bOla!!!
ResponderEliminarEra un comentario Cerdofóbico, y eso no lo toleramos en Dame Bola.
ResponderEliminarTodos los chanchos van a matadero, no? Bueno, tal vez no Babe, pero ese no sos vos, porque sos un chancho grande
ResponderEliminarCerdo/David: me gusta que no quieras ver ni rastro de la persona, aquí sos un cerdo sanguinario y eso me encanta.
ResponderEliminarBesos mi cerdito
A cada chancho le llega su San Martín!!!!
Genial, aunque si no fuera por el comentario de Silvia no lo habría podido entender.
ResponderEliminarHay que ser idiota para no entender ésto.
ResponderEliminarCoincido con César.
ResponderEliminarSi, hay veces en que tenés que deshacerte hasta del más mínimo recuerdo, te entiendo David.!
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