Ahora estoy en el bar de Carlos y hay un cartel grande, con la foto de un gatito pegada, que dice "Si fuma me mata, no me mate"; así que apago el cigarrillo que acabo de encender y pido dos cafés. Tamara fue al baño y yo te sigo esperando. Ya son más de las dos de la mañana, miro al frente, al edificio; todas las luces apagadas. La gente duerme y los únicos desvelados en el barrio, son los pocos borrachos habituales que se juntan acá y yo, que te sigo esperando. Tamara se acerca a mi mesa; su vestido tiene tan poco ruedo que todos se dan vuelta para mirarle las piernas; yo disimulo. - ¿Cómo estoy? - Estás hermosa. - ¿No se ven mis ojeras? - Para nada. Bueno, un poquito. ¿No estás muy desabrigada? El escote de Tamara es amplio y sus tetas son tan grandes que no caben en él, y el saquito blanco y el pañuelo que lleva al cuello tapan tan poco como abrigan. - ¿Me estás mirando las tetas? -Se ríe. Luego me explica que perdió el abrigo antes de estar conmigo.
Censura en Dame bOla!!!
ResponderEliminarEra un comentario Cerdofóbico, y eso no lo toleramos en Dame Bola.
ResponderEliminarTodos los chanchos van a matadero, no? Bueno, tal vez no Babe, pero ese no sos vos, porque sos un chancho grande
ResponderEliminarCerdo/David: me gusta que no quieras ver ni rastro de la persona, aquí sos un cerdo sanguinario y eso me encanta.
ResponderEliminarBesos mi cerdito
A cada chancho le llega su San Martín!!!!
Genial, aunque si no fuera por el comentario de Silvia no lo habría podido entender.
ResponderEliminarHay que ser idiota para no entender ésto.
ResponderEliminarCoincido con César.
ResponderEliminarSi, hay veces en que tenés que deshacerte hasta del más mínimo recuerdo, te entiendo David.!
ResponderEliminar